El Gobierno aplica a partir de esta semana requisitos más flexibles para la construcción y modernización de barcos pesqueros, según un Real Decreto cuyo objetivo es ofrecer un estímulo a los armadores y al sector naval, en el marco de la actual crisis.
El Decreto fue publicado el sábado día 24
INFORMACION, 27 Nov. (Madrid).- Dicho Real Decreto, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, fue publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del sábado y entró en vigor el domingo.
La nueva normativa podría beneficiar a un centenar de empresas pesqueras, según el Ministerio.
El Real Decreto modifica la regulación sobre la ordenación del sector pesquero y adaptación al Fondo Europeo de la Pesca (FEP).Entre las condiciones flexibilizadas, figuran la aportación de bajas para nuevas construcciones de buques.
Según el Derecho comunitario, cuando se produce la entrada de un nuevo barco en la flota española, otro debe ir al desguace o ser dado de baja para cumplir con los topes en la capacidad pesquera de un país.
El Gobierno ha ampliado hasta dos años el plazo para ejecutar expedientes de construcción o modernización de buques pesqueros, con el fin de evitar que las dificultades derivadas de la actual situación económica lleven a la caducidad de dichas autorizaciones.
Con esta medida, se intenta impedir que los armadores pierdan los derechos adquiridos sobre los barcos ofertados como bajas y que se retirarían de la actividad pesquera.
Por otra parte, se establecen las condiciones, requisitos y el procedimiento que quedará vigente para actualizar permanentemente las características técnicas de las embarcaciones pesqueras.
El Real Decreto incluye, además, cambios para las llamadas embarcaciones "auxiliares".De esta forma, los barcos con autorización administrativa para la pesca del percebe, podrán disponer de embarcaciones auxiliares que no sean contabilizadas dentro del "techo de potencia motriz" que tiene la flota española.
El Ejecutivo ha justificado esa modificación, porque la potencia de los motores de esos navíos auxiliares no aumenta la capacidad de pesca, sino la seguridad en el trabajo de la captura de percebe, que se realiza en entornos peligrosos de costa rocosa.