Polonia, Portugal, Lituania y Letonia secundaron ayer a España en su exigencia de renegociar el acuerdo suscrito en julio por la UE con Mauritania que excluye a la flota cefalopodera –24 buques gallegos– y resulta inviable para gran parte de la flota –española y comunitaria– con posibilidades de pesca en ese caladero, como demostraría que solo el 27% de los buques afectados haya renovado sus licencias. 

 El sector advierte de que el respaldo de Polonia, Portugal, Lituania y Letonia es insuficiente para revocar el pacto 

FARO DE VIGO, 25 Sep. (Vigo/Bruselas).- Las protestas por el acuerdo, con la firma de España y los mencionados cuatro países, figuraban en la carta entregada a la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, por el ministro español Miguel Arias Cañete en el Consejo de Ministros de Pesca de la UE celebrado ayer y en el que, a iniciativa española, se abordó esta cuestión. En la carta se pide a la CE que trabaje para introducir cambios en el convenio que se ajusten tanto a las peticiones de los pescadores europeos como a las de Mauritania.

Durante el Consejo, Reino Unido subrayó que cualquier convenio debe incluir unas condiciones de pesca viables y Holanda reconoció que el pacto con Mauritania puede provocar problemas. Grecia denunció por su parte que el acuerdo "no es equilibrado" mientras que Francia y Alemania, también afectados por el convenio, no se pronunciaron.

Para el sector, a falta de conocer más ayer detalles del Consejo, de no sumarse más países o los de mayor representación de forma explícita al planteamiento español, los apoyos recabados no son suficientes para lograr los votos que tumbasen el acuerdo en el Consejo de la UE. Por su parte, Arias Cañete, se mostró satisfecho tras el Consejo de Ministros de ayer, al comprobar que "las delegaciones de los países afectados por el acuerdo han seguido la misma línea que España".

La presión ejercida en el Consejo de Ministros de ayer y donde la conselleira do Mar, Rosa Quintana, ejerció la representación de las autonomías españolas, surtió efecto y Damanaki anunció en una conferencia de prensa posterior que está dispuesta a "buscar soluciones" a las preocupaciones de algunos países por ese acuerdo. Damanaki explicó que entiende las inquietudes por la exclusión de los cefalopoderos pero insistió en que el acuerdo firmado "era el mejor posible, dadas las circunstancias". Los posibles cambios se abordarán primero en un grupo de trabajo y luego en el Consejo, señaló Damanaki, quien advirtió de que aún "hay muchas decisiones por delante" y "es prematuro rechazar nada". Asimismo, recordó que en última instancia serán los propios Estados quienes decidirán.

El acuerdo con Mauritania, firmado por la CE en nombre de los Veintisiete, se debe adaptar a la legislación comunitaria a través de tres textos que precisan del visto bueno del Consejo (gobiernos de la UE) y el Parlamento Europeo. Aunque en circunstancias normales hubiera sido aprobado sin discusión en una reunión de ministros, la oposición de los países afectados hace prever que el asunto será debatido. Para su rechazo hará falta una mayoría cualificada de Estados miembros o una minoría de bloqueo, precisaron.

Desde la flota, Aetinape (Asociación de titulados náutico-pesqueros) indicó que tiene pocas esperanzas de que se renegocie el acuerdo, lamentó la escasa presión ejercida antes de la firma del acuerdo y calificó el actual debate político sobre el asunto como "puro teatro" pues "ya le han puesto el epitafio" a la flota que faenaba en Mauritania.

España defiende las ayudas al desguace

España y Francia defendieron ayer el mantenimiento de las ayudas al desguace de pesqueros que Estados como Reino Unido y Holanda creen "del pasado" e "ineficaces".Así sucedió en el Consejo de Ministros de Pesca en el que de debatió sobre el futuro Fondo de Asuntos Marítimos y Pesca (FEMP), instrumento de 6,5 millones para financiar en 2014/2020 proyectos para del sector pesquero.

El ministro español Arias Cañete, destacó que "por primera vez en el Consejo" se formó una mayoría "en torno a las posiciones españolas" de mantener las financiaciones para la reconversión de la flota, la modernización y las paradas temporales y definitivas". Indicó que son "un tema de la máxima importancia para España" y que seguirá trabajando para lograr un compromiso "que permita romper la voluntad de la comisaria de acabar con las ayudas estructurales a la pesca". Por su parte, la comisaria Damanaki dijo no estar convencida de que se deba destinar más financiación al desguace ya que "puede llevar a una sobrecapacidad de algunos segmentos de la flota". Así, afirmó a los Estados que si quieren convencerla de que mantenga la política de ayudas deberían cumplir sus compromisos de informar con datos precisos sobre la capacidad del sector, para "evaluar si es necesaria" esa ayuda".

Por su parte, la conselleira do Mar, Rosa Quintana, sobre el FEMP defendió una mayor flexibilidad para adaptar los fondos a las necesidades, evaluación constante de los programas operativos nacionales y la posibilidad de "delegar" en estructuras administrativas regionales con experiencia en gestión pesquera.

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