El liderazgo de la construcción naval en España ha cambiado de manos. A principios del 2011, los astilleros gallegos conformaban un sector fuerte, que ostentaba el 55 % de la construcción de buques en España. Doce meses continuados de caída de la contratación han relegado a Galicia en la élite nacional del sector, y su lugar ha sido ocupado por el País Vasco, que durante los últimos seis meses ya venía dando muestras de fortaleza en los informes de
Tiene el 38 % de los pedidos y es la única comunidad que contrató este año
El último de estos balances, con datos actualizados a 31 de enero del 2012 de los astilleros privados, atribuye a la industria gallega (Hijos de J. Barreras, Factorías Vulcano, Construcciones Navales Freire, Metalships & Docks, Armón, Cardama, Factoría Naval de Marín y Valiña) un 28 % de la cartera de pedidos del sector en España.
En Galicia la carga de trabajo en estos momentos es de ocho unidades
Según el informe oficial, la carga de trabajo de buques de acero de los astilleros gallegos está formada en este momento por 8 unidades, que suman un importe aproximado de 500 millones de euros de facturación, un 200 % por debajo de las astronómicas cifras registradas hace dos años.
La caída del tráfico marítimo mundial y de la necesidad de encargar nuevos buques, sumado a las dificultades añadidas por la suspensión del sistema de bonificaciones fiscales (tax lease) desde hace ya más de siete meses y a las dificultades que todavía tienen las armadoras para acceder al crédito explican en gran medida la situación de los astilleros gallegos, aunque no del todo.
Y es que, a pesar de no disponer todavía de una alternativa al tax lease (el Gobierno se ha comprometido a habilitar un sistema de bonificaciones similar al que utiliza Francia a partir del próximo mes de abril) la industria naval vasca es la única que, en lo que va de año, ha conseguido firmar nuevos pedidos.
Balenciaga
Es el caso del astillero Balenciaga, que a principios de febrero cerró la contratación de dos buques de apoyo a plataformas petrolíferas, por valor de 50 millones de euros, con la naviera escocesa North Star Shipping.