Si el astillero Vulcano fuera un banco, sería considerado como “demasiado grande para caer”. Ayer se demostró: el principal acreedor, Pymar, lo libró de la quiebra aceptando una condonación del 80% de la deuda, con lo que dejará de cobrar 49 de los 61,2 millones del pasivo concursal que la empresa contrajo con esa sociedad. Y los 12 millones que sí se supone que recuperará están sujetos a un plan de pagos que se prolongará hasta el año 2024 sin intereses.
La sociedad mixta Pymar acepta perdonar al constructor naval 49 millones
EL PAIS, 11 Feb. (Vigo).- Es como un déjà vu. En 2001 le preguntaron a Fernando Santodomingo, el propietario y gestor de Vulcano por aquel entonces, si los astilleros podrían sobrevivir sin ayudas públicas. Tras un largo silencio dijo: “Tendría que cambiar el mundo de repente”. Vulcano acababa de superar una suspensión de pagos muy complicada —aunque no tanto como la actual— por haber entregado con retraso dos buques quimiqueros. Y curiosamente, la quita fue entonces similar a la que ha planteado ahora.
Un accidente de tráfico apartó a Santodomingo de la empresa y sus hermanos cogieron los mandos (tienen el 51% de las acciones), aunque con un perfil de gestión prácticamente nulo. Por el camino sumaron a Gonsusa, una de las mayores empresas auxiliares del naval vigués que prefirió cambiar deuda por acciones y que ahora tiene otro 40% del astillero. En último lugar, a través de Negocios Argos, figura como accionista José Alberto Barreras con el 8,9%, un minoritario incómodo que exige en cada reunión del consejo la presencia de un notario. Esa ensalada de propietarios debería sacar adelante ahora el plan de viabilidad de la firma si
Para arrogarse tamaña responsabilidad sobre una firma privada, Guerra les ha puesto en bandeja una solución tomada de forma casi unánime: tres votos en contra y una abstención frente a 34 votos favorables en el seno de Pymar, una sociedad formada por astilleros privados, comunidades autónomas y Gobierno central. No pudo convencer a comunidades discrepantes, como Euskadi y Andalucía, pero sí a la práctica totalidad de los astilleros privados y a la representación ministerial encabezada por Industria.
La decisión se tomó con el respaldo de casi todos los astilleros privados
La anuencia escondía un abierto malestar. El presidente de Pymar, Álvaro Platero (Astilleros Gondán), dejó caer que lo ocurrido ayer no se puede volver a repetir y pidió que se “aprenda la lección”. “Los astilleros son empresas privadas que deben mantenerse con sus cuentas de resultados. No puede ser que tengamos que solucionar nuestros problemas de esta manera, con esfuerzo de los otros, con otras empresas y con
Pero Guerra no quería dejar que nada empañase el día de gloria para el naval gallego. En su tono más solemne reivindicó el papel de
El plan B del astillero
El lunes, cuando termine el plazo en el juzgado para la adhesión de los acreedores al convenio, unas 30 empresas auxiliares, junto con Pymar, habrán dicho que están dispuestas a perdonar la mayoría de los 6,61 millones que les debe Vulcano. A partir de ese momento, empezará la cuenta atrás para que la empresa firme el primer contrato en un mercado abiertamente hostil.
Sin el sistema de financiación conocido como tax lease, el astillero tiene pocas oportunidades. A pesar de ello fuentes próximas aseguran que podría optar a concluir un barco embargado por el Banco Santander que no requiere de ese instrumento. También Rieber, la armadora noruega que le hizo el último encargo, podría estar interesada en contratar un buque para el transporte de sustancias químicas.
Mientras tanto, los 160 trabajadores que tiene el astillero y que están sometidos a un ERE temporal seguirán haciendo labores de mantenimiento. Ayer agradecían a los políticos (la ministra Ana Pastor ha tenido un papel muy destacado) y a la sociedad en general el apoyo a su causa. Asime, la patronal de las pequeñas industrias, era más crítica y pedía modificaciones “para evitar que se continúen provocando daños irreparables en la industria”.