Incluye las participaciones en Trasmediterránea y Sol-Meliá
INFORMACION, 09 (Alicante).- "Analizaremos la composición de esa cartera pero lo lógico es que, si nunca hemos tenido esa vocación, mantengamos nuestra filosofía y las participaciones se pongan en el mercado", insistió Oliu, aunque aclaró que esto no significa que haya prisa por desinvertir. En este sentido, lo cierto es que durante los años de bonanza fue la propia CAM quien vendió sus participaciones más valiosas en empresas como Orange, Unión Fenosa o la concesionaria de infraestructuras Abertis para dedicar estos fondos al sector inmobiliario, que ofrecía en aquellos momentos mayor rentabilidad.
Ahora, estas inversiones en el ladrillo -CAM participa directa o indirectamente en más de un centenar de sociedades inmobiliarias- forman parte en su mayoría de los activos problemáticos que cubre el Esquema de Protección otorgado por el Banco de España al Sabadell y que serán gestionados por "un equipo específico" con la intención de recuperar todo el dinero que sea posible y minimizar las pérdidas, según apuntó el máximo responsable del grupo catalán.
Además de las participaciones inmobiliarias, este mecanismo también cubre los activos adjudicados por embargos y los créditos más problemáticos -principalmente lo concedidos a promotores- hasta un importe total de 24.600 millones, según confirmaron ayer los dirigentes del Sabadell. De esta cantidad, unos 3.800 millones se sufragan con las provisiones que ya ha realizado la CAM y el resto lo pagará en un 80% el nuevo Fondo de Garantía de Depósitos (FDG), que se nutre de aportaciones de todas las entidades, y en un 20% por el nuevo propietario de la CAM. Sin embargo, los informes encargados por el FROB reducen a algo menos de 5.600 millones las pérdidas previstas, aunque otras fuentes aseguran que podrían ser bastantes más. Ayer, Oliu no quiso hacer públicas sus propias estimaciones.
Réplica
El presidente del Sabadell sí que quiso responder a las críticas que ha suscitado el hecho de que el saneamiento de la CAM se realice con fondos aportados por otras entidades, frente a la aportación pública prevista en un principio. Así, valoró "positivamente" el acuerdo alcanzado entre el Banco de España y el Ministerio de Economía para evitar que los rescates de las cajas lastren el déficit público y recordó que uno de los objetivos fundacionales del FGD hace 25 años fue, precisamente, contribuir a la reestructuración del sector, mientras que el FROB (que sí se financia con fondos públicos) fue un mecanismo creado para un momento "puntual".
