Un barco cruza el canal de Panamá y se dirige por el Atlántico a las islas Canarias. Cuando está a punto de alcanzarlas deja de emitir señales de identificación, con el emisor que todos los navíos de más de 300 toneladas tienen la obligación de llevar. Después, ya en ruta hacia el Mediterráneo, las emisiones se reanudan normalmente. ¿Quiso el capitán escapar al control costero en el área de Canarias por motivos no confesables y por eso apagó el aparato? Un pesquero noruego sale de un área protegida en aguas territoriales noruegas navegando en paralelo a un buque refrigerado. El segundo atraca finalmente en un puerto de África occidental. Las autoridades noruegas sospechan de un trasvase de la captura por sobrepasar las cuotas de pesca establecidas y han planteado una denuncia en el país receptor
La Estación Espacial prueba un sistema de vigilancia marítima global
MADRID, 15 Dic. (El País).- Estos barcos probablemente no sabían que está en marcha un sistema experimental de seguimiento global de todos los buques desde el espacio, un Gran Hermano naviero. La vigilancia se basa en el sistema de identificación automática (AIS), que se pensó para la localización terrestre costera (puertos y servicios de vigilancia de costas). Ahora se está probando para la recepción desde satélite al tiempo que se modernizan las reglas para permitir esta aplicación.
Dos son los receptores de señales AIS del experimento: uno de la Agencia Europea del Espacio (ESA) a bordo de la Estación Espacial Internacional, y otro a bordo de un pequeño satélite noruego. En realidad, la iniciativa parte de Noruega. Cuando desarrollaba y fabricaba su satélite, lanzado el 12 de julio de este año, surgió la oportunidad de hacer otro similar para embarcarlo en el laboratorio Columbus de la estación. Este empezó a funcionar antes, el 1 de junio de 2010. De esa forma, las pruebas son muchos más completas y han permitido en pocos meses comprobar que el sistema de localización global es viable, aunque queden problemas de ajuste fino por resolver.
Los encargados del proyecto, que lidera el Organismo de Investigación de la Defensa (FFI) noruego, han comprobado que en cualquier momento dado hay muchos barcos grandes en mar abierto fuera del ámbito de las redes terrestres de AIS. "Hemos recibido mensajes de más de 60.000 barcos diferentes desde que se inició el experimento en la Estación Espacial", explica Torkild Eriksen, director científico del proyecto, desde Noruega. "Diariamente detectamos una media de 22.000 identidades". Esta cifra es ligeramente inferior (unos 20.000 barcos distintos) para el receptor a bordo del satélite AISSat-1.
"Recibimos señales de los buques que están en el campo de visión del receptor VHF, llamado Norais, en la estación espacial. Esto es independiente de donde se encuentren, ya que detectamos barcos tanto cerca de la costa como en el océano abierto, pero la calidad de la detección depende del número de barcos en el campo de visión", explica Eriksen. Lo mismo pasa con el detector a bordo del satélite.
Esto se debe al mayor problema que planteaba el experimento, que es cómo discriminar entre muchas señales diferentes en zonas de tráfico marítimo intenso. Para ello, los ingenieros han desarrollado técnicas de descodificación de las señales recibidas y utilizan antenas direccionales, aunque existen áreas en las que resulta imposible diferenciar las señales de los distintos barcos.
Esto está pasando, por ejemplo, dentro del llamado Alto Norte (la zona de más interés para Noruega) en el sur del mar del Norte y en el mar Báltico; también en una zona en la costa de China, señala el equipo en una reciente comunicación sobre los resultados del proyecto en sus primeros meses de operación presentada en el congreso Waterside Security.
"Trabajando desde el espacio hemos podido seguir barcos durante largos periodos, mientras cruzan el océano", explica Andreas-Nordmo Skauen, de FFI. "Así que podemos revelar exactamente donde ha estado un barco en el medio marino, una información que sería muy útil para las autoridades portuarias, de pesca y marítimas".
Los puertos pueden conocer así con antelación los barcos que van a llegar a sus aguas jurisdiccionales y cuál ha sido su ruta detallada. Los incidentes anormales serían de interés para la policía, los funcionarios de aduanas y las autoridades pesqueras.
Por el AIS, los barcos proporcionan no solo su identidad sino su tipo, situación, ruta, velocidad, estado de navegación, destino y carga. Es un emisor de radio que está conectado al puente de mando y al sistema de navegación por satélite (GPS).
Los dos receptores espaciales cubren áreas distintas, debido a la diferente inclinación y altitud de sus órbitas. El AISSat-1 está en órbita polar sincronizada con el Sol a 630 kilómetros de altura. La Estación Espacial está a 340 kilómetros, con una inclinación de 52 grados, y el receptor cubre todo el planeta desde los 68 grados Norte a los 68 grados Sur.